Resulta curioso que, aún sin haber trabajado oficialmente como traductora, ya haya tenido que rechazar un encargo. ¿El motivo? El desconocimiento de nuestra labor, por decirlo de un modo resumido.
El caso es que cierta asociación que no mencionaré me propuso realizar una traducción como voluntaria. Llevaba todo el verano intentando realizar traducciones voluntarias, así que en un principio me alegré muchísimo. El problema vino cuando el presidente de la asociación me mandó por correo electrónico el archivo que quería que tradujera. En su mensaje, admitía que ninguno de los traductores de la asociación se había atrevido a realizar esa traducción y que me la encomendaba a mí para ver si yo era capaz y tenía ganas de demostrar cuán valioso es mi trabajo. Vamos, que fue un "si cuela, cuela" en toda regla. Al terminar de leer el mensaje me asusté un poco, pero pensé que no debía ser para tanto. Craso error. Lo era. El documento constaba de unas 250 páginas y trataba sobre medicina, en realidad sobre una enfermedad muy concreta y prácticamente desconocida en España, por lo que no había glosarios ni diccionarios que recogieran la gran mayoría de los términos en español. Pero esperad, aún queda lo mejor. Plazo: 3 semanas.
Tuve que rechazar el encargo porque no me veía capaz de realizar una traducción de esa magnitud, sin fuentes de referencia en español que pudieran ayudarme y en un plazo tan corto. Lo cierto es que me dio muchísima rabia, porque estaba realmente ilusionada con el tema del voluntariado, pero era imposible.
Y este es uno de los casos que me demuestra que muchas organizaciones y empresas toman muy poco en serio nuestra profesión y la dificultad de traducir, en este caso, un texto tan especializado y tan complicado. Por desgracia, la traducción todavía no se considera importante en este país. Se sigue pensando que "con saber inglés, basta" y se sigue escuchando aquello de "venga ya, con un diccionario al lado, yo lo traduzco en nada y menos", y así nos va.
Resumiendo, aquel día terminé con de un malhumor considerable y prometí aceptar únicamente encargos que fueran realizables dentro de un plazo de tiempo adecuado. Siempre que me sea posible, al menos.
¿Alguno de vosotros se ha visto en una situación así?
¡Un saludo! =)