Hoy me ha dado por releer el primer libro de una de mis sagas favoritas (por no decir mi saga favorita, directamente): Harry Potter y la piedra filosofal
Solo llevo 50 páginas, pero lo estoy leyendo casi con la misma ilusión que cuando lo hice por primera vez. Sin embargo, los cuatro años de carrera pasan factura y no puedo evitar analizar cuanto leo. De momento, debo decir que la traducción de la señora (o señorita, no lo sé) Alicia Dellepiane es aceptable en cuanto a redacción y estilo. Tampoco he encontrado faltas de ortografía y el texto no carece de coherencia ni de cohesión de momento, no está mal.
No recordaba que, en un principio, al desiluminador de Dumbledore (deluminator en inglés) se le llamó "apagador" (put-outer en la versión británica). Seguro que hay más cosas así a lo largo de las 250 páginas que, aproximadamente, tiene el libro. Hace demasiados años que lo leí como para acordarme...
Retomando el tema del mal del traductor, en parte me molesta no ser capaz de leer sin fijarme en la ortografía, la gramática, la sintaxis, la coherencia y la cohesión de lo que leo, especialmente con esta saga. Recuerdo leer los libros de Harry Potter con 12-13 años y disfrutar plenamente de lo que contaban, sin prestar atención a nada que no fuera la historia. En otras palabras, mi mente estaba demasiado ocupada procesando lo que leía y transformándolo en imágenes en mi cabeza. Una amiga suele decirme que, por culpa de este mal del traductor, jamás volveré a disfrutar por completo de un libro. Puede que tenga razón.
(...)
¿A quién quiero engañar? No, no tiene razón, adoro mi enfermedad traductoril xD
En fin, espero terminarlo en un par o tres de días, así que imagino que en breve pondré un comentario más profundo sobre mi lectura/análisis.
Un beso =)